lunes, 21 de diciembre de 2015

La Navidad como símbolo del fin del sacrificio


1. No temas reconocer que la idea del sacrificio no es sino tu pro­pia invención, 2ni trates de protegerte a ti mismo buscando seguri­dad donde no la hay. 3Tus hermanos y tu Padre se han vuelto muy temibles para ti. 4Y estás dispuesto a regatear con ellos por unas cuantas relaciones especiales, en las que crees ver ciertos vestigios de seguridad. 5No sigas tratando de mantener tus pensamientos separados del Pensamiento que se te ha dado. 6Cuando aquellos se ponen al lado de Éste y se perciben allí donde realmente se encuentran, elegir entre ellos no es más que un dulce despertar, tan simple como abrir los ojos a la luz del día cuando ya no tienes más sueño.
2. El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la oscuri­dad. 2No la veas como algo que se encuentra fuera de ti, sino como algo que refulge en el Cielo interno, y acéptala como la señal de que la hora de Cristo ha llegado. 3Cristo llega sin exigir nada. 4No le exige a nadie ningún tipo de sacrificio. 5En Su Pre­sencia la idea de sacrificio deja de tener significado, 6pues Él es el Anfitrión de Dios. 7Y tú no tienes más que invitar a Aquel que ya se encuentra ahí, al reconocer que Su Anfitrión es Uno y que ningún pensamiento ajeno a Su Unicidad puede residir allí con Él. 8El amor tiene que ser total para que se le pueda dar la bienve­nida, pues la Presencia de la santidad es lo que crea la santidad que lo envuelve. 9Ningún temor puede asaltar al Anfitrión que le abre los brazos a Dios en la hora de Cristo, pues el Anfitrión es tan santo como la Perfecta Inocencia a la que protege, y Cuyo poder a su vez lo protege a Él.
3. Esta Navidad entrégale al Espíritu Santo todo lo que te hiere. 2Permítete a ti mismo ser sanado completamente para que puedas unirte a Él en la curación, y celebremos juntos nuestra liberación liberando a todo el mundo junto con nosotros. 3Inclúyelo todo, pues la liberación es total, y cuando la hayas aceptado junto conmigo la darás junto conmigo 4Todo dolor, sacrificio o peque­ñez desaparecerá de nuestra relación, que es tan pura como la relación que tenemos con nuestro Padre, y tan poderosa. 5Todo dolor que se traiga ante nuestra presencia desaparecerá, y sin dolor no puede haber sacrificio. 6Y allí donde no hay sacrificio, allí está el amor.
4. Tú que crees que el sacrificio es amor debes aprender que el sacrificio no hace sino alejarnos del amor. 2Pues el sacrificio conlleva culpabilidad tan inevitablemente como el amor brinda paz. 3La culpabilidad es la condición que da lugar al sacrificio, de la misma manera en que la paz es la condición que te permite ser consciente de tu relación con Dios. 4Mediante la culpabilidad excluyes a tu Padre y a tus hermanos de ti mismo. 5Mediante la paz los invitas de nuevo al darte cuenta de que ellos se encuentran allí donde tú les pides que estén. 6Lo que excluyes de ti mismo parece temible, pues lo imbuyes de temor y tratas de deshacerte de ello, si bien forma parte de ti. 7¿Quién puede percibir parte de sí mismo como despreciable, y al mismo tiempo vivir en paz con­sigo mismo? 8¿Y quién puede tratar de resolver su "conflicto" interno entre el Cielo y el infierno expulsando al Cielo y dotán­dolo de los atributos del infierno, sin sentirse incompleto y solo?
5. Mientras percibas el cuerpo como lo que constituye tu realidad, te percibirás a ti mismo como un ser solitario y desposeído. 2Y te percibirás también como una víctima del sacrificio, y creerás que está justificado sacrificar a otros. 3Pues ¿quién podría rechazar al Cielo y a su Creador sin experimentar una sensación de sacrificio y de pérdida? 4¿Y quién podría ser objeto de sacrificios y pérdidas sin tratar de rehacerse a sí mismo? 5No obstante, ¿cómo ibas a poder hacer esto por tu cuenta, cuando la base de tus intentos es que crees en la realidad de la privación? 6Sentirse privado de algo engendra ataque, al ser la creencia de que el ataque está justificado. 7Y mientras prefieras conservar la privación, el ataque se vuelve salvación y el sacrificio amor.
6. Y así resulta que, en tu búsqueda de amor, vas en busca de sacrificio y lo encuentras. 2Mas no encuentras amor. 3Es imposi­ble negar lo que es el amor y al mismo tiempo reconocerlo. 4El significado del amor reside en aquello de lo que te desprendiste, lo cual no tiene significado aparte de ti. 5Lo que prefieres conser­var es lo que no tiene significado, mientras que lo que quieres mantener alejado de ti encierra todo el significado del universo y lo conserva intacto dentro de su propio significado. 6Si el uni­verso no estuviese unido en ti, estaría separado de Dios, y estar sin Él es carecer de significado.
7.         En el instante santo se satisface la condición del amor, pues las mentes se unen sin la interferencia del cuerpo, y allí donde hay comunicación hay paz. 2El Príncipe de la Paz nació para re-esta­blecer la condición del amor, enseñando que la comunicación con­tinúa sin interrupción aunque el cuerpo sea destruido, siempre y cuando no veas al cuerpo como el medio indispensable para la comunicación. 3Y si entiendes esta lección, te darás cuenta de que sacrificar el cuerpo no es sacrificar nada, y que la comunicación, que es algo que es sólo propio de la mente, no puede ser sacrifi­cada. 4¿Dónde está entonces el sacrificio? 5Nací para enseñar la lección de que el sacrificio no está en ninguna parte y de que el amor está en todas partes, y ésta es la lección que todavía quiero enseñarles a todos mis hermanos. 6Pues la comunicación lo abarca todo, y en la paz que re-establece, el amor viene por su propia voluntad.
8. No permitas que la desesperanza opaque la alegría de la Navi­dad, pues la hora de Cristo no tiene sentido si no va acompañada de alegría. 2Unámonos en la celebración de la paz, no exigiéndole a nadie ningún sacrificio, pues de esta manera me ofreces el amor que yo te ofrezco. 3¿Qué podría hacernos más felices que percibir que no carecemos de nada? 4 Ése es el mensaje de la hora de Cristo, que yo te doy para que tú lo puedas dar y se lo devuelvas al Padre, que me lo dio a mí. 5Pues en la hora de Cristo se restablece la comunicación, y Él se une a nosotros para celebrar la creación de Su Hijo.
9. Dios le da las gracias al santo anfitrión que desee recibirle y le deje entrar y morar allí donde Él desea estar. 2Y al tú darle la bienvenida, Él te acoge en Sí Mismo, pues lo que se encuentra en ti que le das la bienvenida, se le devuelve a Él. 3Y nosotros no hacemos sino celebrar Su Plenitud cuando le damos la bienve­nida dentro de nosotros. 4Los que reciben al Padre son uno con Él, al ser los anfitriones de Aquel que los creó. 5Y al abrirle las puertas, Su recuerdo llega con Él, y así recuerdan la única rela­ción que jamás tuvieron y que jamás querrán tener.
10. Ésta es la época en la que muy pronto dará comienzo un nuevo año del calendario cristiano. 2Tengo absoluta confianza en que lograrás todo lo que te propongas hacer. 3Nada te ha de faltar, y tu voluntad será completar, no destruir. 4Dile, entonces, a tu her­mano:

5Te entrego al Espíritu Santo como parte de mí mismo.
6Sé que te liberarás, a menos que quiera valerme de ti
para aprisionarme a mí mismo.
7En nombre de mi libertad elijo. tu liberación porque
reconozco que nos hemos de liberar juntos.

8De esta forma damos comienzo al año con alegría y en libertad. 9Es mucho lo que aún os queda por hacer, y llevamos mucho retraso. 10Acepta el instante santo con el nacimiento de este año, y ocupa tu lugar -por tanto tiempo vacante- en el Gran Despertar. 11Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo. 12Y permite que todas tus relaciones te sean santificadas. 13Ésta es nuestra voluntad. 14 Amén. 
UN CURSO DE MILAGROS.

viernes, 11 de diciembre de 2015

EL SER UNO - ¿EL PRESIDENTE DE MI PAÍS ES REPTILIANO?...

Continuando con la información del despertar  de la consciencia, comparto con ustedes esta información interesante para continuar avanzando en el conocimiento

EL SER UNO - ¿EL PRESIDENTE DE MI PAÍS ES REPTILIANO?...

Hola Ser Uno… No voy a decir mi nombre porque no tiene importancia, lo que le quería preguntar al Ser Uno es lo siguiente: Yo tengo 15 años, leo de vez en cuando el libro El Ser Uno con mi mamá. Los libros hablan de los Reptilianos y dicen que muchas personas aquí en la Tierra son Reptilianos, me pregunta es: ¿El presidente de mi país es Reptiliano?

Querida anónimo:
Ante todo debo felicitarte en nombre de muchos lectores que estarán leyendo tu carta, es maravilloso que a tu edad estés leyendo los libros El Ser Uno, felicitamos a tu mamá por conducirte al despertar de tu consciencia. Nos alegramos mucho que en tu corta edad tengas la preocupación por tu gente, por tu país y te atrevas a hacer este tipo de pregunta, se necesita valentía, coraje y determinación…Continúa adelante en tu camino espiritual.

Decir que el presidente de tu país es un Reptiliano iría contra todo lo que hemos aprendido en el camino espiritual. No podemos señalar con nuestro dedo acusador si este u aquel son personas buenas o malas, si son correctas o no, si están elevadas o degradadas, lo único que podemos hacer es saber: “QUE POR SUS OBRAS SE CONOCERÁN”

¿Cómo podemos saber si una persona de apariencia humana es un Reptiliano interiormente? No podemos acusar, prejuzgar o juzgar si no tenemos la certeza del comportamiento que esa persona tiene consigo mismo, con lo que lo rodea o en este caso, con su país. Es muy delicado señalar o tirar la primera piedra acusadora y convertirnos en jueces, antes de saber los pormenores de cada caso. Antes de colocarnos como inquisidores acusando y atribuyendo culpabilidad en otros, debemos primero ser personas muy objetivas y analíticas para saber sin equivocaciones quien es quien y dónde estamos nosotros colocados en este contexto llamado planeta.

Primeramente ver y estudiar a los demás no es para sentirnos mejor, superiores, encima o debajo de ellos, es para aprender en el espejo de la vida lo que no debemos hacer o viceversa. Existen características muy propias, que van a determinar si una persona de apariencia humana es un Reptiliano interiormente. Vamos a enumerar estas características y serás tú por propio Sentido Común, quien determine si el presidente de tu país es un Reptiliano o no.

Características de un Reptiliano.
1- Ambicioso y Codicioso
2- Megalómano, Presuntuoso, Figurante.
3- Dictador.
4- Gusta del poder y lo que ello representa.
5- Corrupto.
6- Engañador, mentiroso.
7- Infiel.
8- Gusta del dominio.
9- No gusta de la libertad de expresión.
10- Tiende a corromper a los otros.
11- Trabaja con el lado izquierdo del cerebro (zonas 1-2-3)
12- Es una persona de Instinto y sensación
13- Es una persona que no posee valores morales o éticos.
14- Adora el halago, es vanidoso y egocéntrico.
15- Vive con todos los lujos que la materia le da.
16- No tiene Amor ni compasión.
17- Todo conocimiento lo utiliza a propio beneficio.

Mi querida anónimo, a través de estas características llegarás a tu propio entendimiento. Lo único que te puedo decir que existen muchas personas de apariencia humana que son Reptilianos interiormente. Todos nosotros tenemos algo de Reptilianos en diferentes grados, es la parte de nuestros pensamientos-negativos-enfermos que aún prevalecen en nuestra energía y en el lado izquierdo del cerebro, los seres que estamos despiertos lo sabemos y tratamos de trabajar esa parte negativa de nosotros mismos. Los seres que estamos despertando hoy en día, ya nos damos cuenta y detectamos esa energía-negativa-enferma a través de nuestro sentido común, observación, análisis, entendimiento y conocimiento cívico y sobre todo por el amor hacia nosotros y hacia el planeta.

La energía-negativa-enferma-Reptiliana, ya no podrán esconderse o camuflarse de los seres de bien, porque nosotros no nos dejaremos engañar nunca más, estaremos DESPIERTOS y esta es la cualidad más importante para hacer de nuestras vidas y del planeta el EDÉN que el universo nos está enseñando. Seremos nosotros y solo nosotros los que transformaremos el Infierno Reptiliano en un Cielo Cósmico.

Artículo escrito por: franca Canonico.