Mensaje diario

LECCIÓN 244 No estoy en peligro en ningún lugar del mundo.

Tu Hijo está a salvo dondequiera que se encuentre porque Tú estás allí con él. Sólo con que invoque Tu Nombre recordará su seguridad y Tu Amor, pues éstos son uno.¿Cómo puede temer, dudar o no darse cuenta de que es imposible que pueda sufrir, estar en peligro o ser infeliz cuando él te pertenece a ti, es bienamado y amoroso, y está por siempre a salvo en Tu Paternal abrazo? Y ahí es en verdad donde nos encontramos. No hay tormenta que pueda venir a azotar el santuario de nuestro hogar. En Dios estamos a salvo, pues, ¿qué podría suponer una amenaza para Dios, o venir a asustar a lo que por siempre ha de ser parte de Él? Un curso de milagros ************************************************* YO Soy el Ángel de la Inteligencia Las emanaciones divinas del saber de Dios, Su luz de la comprensión celestial, Su inteligencia universal… se proyectan a tu mundo a través de mi aura, desplegándose en resplandores para cubrir el espacio donde Nuestro Padre ha decidido que se emita Su luz, y hoy… llego a tu vida entre luces brillantes, fragancias divinas y sonidos de proclamación para verter mi esencia en ti. Ven… ven… a mis brazos… entra en mi aura y cobíjate bajo mis doradas alas. Cierra los ojos y nútrete de mi esencia. Absorbe… absorbe conocimiento y saber divino. Yo te cubro con mi aureola de amor, con laureles te ciño la frente y deposito un beso en tu corazón.Absorbe luz celestial, comprensión angelical y amor del cielo. Ahora, quédate a mi lado y piensa… piensa en lo temporal del mundo material… y aspira… aspira… anhela la eternidad. Aspira nuevamente… profundamente, y aguarda el día feliz. Los ángeles te hemos organizado un día como no ha habido otro igual… lleno de amor....… Estoy en tí, tu estas en mí, SOMOS UN SOLO SER….. Con Amor en mi corazón Agenda Angelical de Lucy Aspra AUTOR LUCY ASPRA ************************************************** Afirmación diaria Cuanto más ayudo a los demás, más aumenta mi prosperidad. Donde yo estoy, todo el mundo gana. Louise Hay