LECCIÓN 065
Mi única función es la que Dios me
dio.
La idea de hoy reafirma tu compromiso con la salvación.
También te recuerda que no tienes ninguna otra función salvo ésa. Ambos
pensamientos son obviamente necesarios para un compromiso total. La salvación
no podrá ser tu único propósito mientras sigas abrigando otros. Aceptar la
salvación como tu única función entraña necesariamente dos fases: el
reconocimiento de que la salvación es tu función, y la renuncia a todas las
demás metas que tú mismo has inventado.
Ésta es la única manera en que puedes ocupar el lugar que te
corresponde entre los salvadores del mundo. Ésta es la única manera en que
puedes decir, y decirlo en serio: 'Mi única función es la que Dios me dio'. Y
ésta es la única manera en que puedes encontrar paz.
Hoy, y durante los próximos días, reserva diez o quince
minutos para una sesión de práctica más prolongada, en la que trates de
entender y aceptar el verdadero significado de la idea de hoy. La idea de hoy
te ofrece el que puedas escapar de todas las dificultades que percibes. Pone en
tus manos la llave que abre la puerta de la paz, la cual tú mismo cerraste. Es
la respuesta a la incesante búsqueda en la que has estado enfrascado desde los
orígenes del tiempo.
Trata, en la medida de lo posible, de llevar a cabo las
sesiones de práctica más largas a la misma hora todos los días. Trata asimismo,
de fijar esa hora de antemano, y de adherirte luego al máximo al horario
establecido. El propósito de esto es organizar tu día de tal manera que hayas
reservado tiempo para Dios, así como para todos los propósitos y objetivos
triviales que persigues. Esto es parte del entrenamiento a largo plazo que tu
mente necesita para adquirir disciplina, de modo que el Espíritu Santo pueda
valerse de ella de manera consistente para el propósito que comparte contigo.
En la sesión de práctica más prolongada, comienza repasando
la idea de hoy. Luego cierra los ojos y repite la idea para tus adentros una
vez más, observando tu mente con gran detenimiento a fin de poder captar
cualquier pensamiento que cruce por ella. Al principio, no trates de
concentrarte exclusivamente en aquellos pensamientos que estén relacionados con
la idea de hoy. Trata, más bien, de poner al descubierto cada pensamiento que
surja para obstaculizarla. Toma nota de cada uno de ellos con el mayor desapego
posible según se presente, y deséchalos uno por uno a medida que te dices a ti
mismo:
Este pensamiento
refleja un objetivo que me está impidiendo aceptar mi única función.
Después de un rato, te resultará más difícil poder detectar
los pensamientos que causan interferencia. Sigue tratando, no obstante, durante
un minuto más o menos, intentando detectar algunos de los pensamientos vanos
que previamente eludieron tu atención, pero sin afanarte o esforzarte innecesariamente
en ello. Luego repite para tus adentros:
Que en esta tabla
rasa quede escrita mi verdadera función.
No es preciso que uses estas mismas palabras, pero trata de
tener la sensación de que estás dispuesto a que tus propósitos ilusorios sean
reemplazados por la verdad.
Finalmente, repite la idea de hoy una vez más y dedica el
resto de la sesión de práctica a reflexionar sobre la importancia que dicha
idea tiene para ti, el alivio que su aceptación te ha de brindar al resolver
todos tus conflictos de una vez por todas, y lo mucho que realmente deseas la
salvación, a pesar de tus absurdas ideas al contrario.
En las sesiones de práctica más cortas, que deben hacerse
por lo menos una vez por hora, usa el siguiente modelo al aplicar la idea de hoy:
Mi única función
es la que Dios me dio.
No quiero ninguna
otra ni tengo ninguna otra.
Cierra los ojos en algunas ocasiones al practicar esto, y en
otras, manténlos abiertos mientras miras a tu alrededor. Lo que ahora ves será
totalmente diferente cuando aceptes la idea de hoy sin reservas.
Un Curso De Milagros
Yo soy el Ángel de la Hermandad
Mi resplandor sagrado cobija a todos los hijos de Dios… y yo, que te guardo amor fraternal, hoy tengo una misión especial: llenarte de luces… destellos… fulgores… y conducirte dulcemente a disfrutar de un día sin igual.
Ven cariño…
ven a mis brazos. Apóyate en mi pecho y cierra los ojos. Ahora aspira
profundamente… pausadamente… y observa… Ángeles, ángeles, ángeles… sus
auras llenan el espacio y más allá del espacio. Sus colores se
conjuntan… te bañan… azul, blanco, rosa, verde, dorado y más… ¡Y todos
son tus hermanos!…
¡Sí!
Todos somos hermanos, porque todos tenemos un origen común: un mismo
Padre… Dios Nuestro Señor… Y Él quiere que ángeles y hombres formemos
una Hermandad de Amor.
Y
el tiempo ha llegado… Cada vez habrá más seres humanos unidos a
nosotros realizando este deseo de Dios. Por eso quiero que en el día de
hoy estés junto a mí permitiendo que yo te conduzca… te proteja y vele
por ti. Hay sorpresas en el aire… ¡Suspira, sonríe y espera feliz!.....
…
Con Amor en mi corazón
YO SOY AMOR
YO SOY UN ÁNGEL EN LA TIERRA
YO SOY UN ÁNGEL EN LA TIERRA
Agenda Angelical de Lucy Aspra
AUTOR LUCY ASPRA
Af irmacion diaria
La paz y la armonía divinas me rodean y habitan en mi interior. Confío en el proceso de la vida. Louise Hay
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