Siempre que observes que esté surgiendo en ti un juicio y
que estés cayendo en un viejo hábito, exhala inmediatamente, como si estuvieras
tirando el juicio con la exhalación. Exhala profundamente, jalando el estómago
y, conforme sacas el aire, siente o visualiza cómo todo el juicio está siendo
expelido.
Después inhala profundamente dos o tres veces. Simplemente
ve qué pasa. Sentirás una frescura completa; el viejo hábito no habrá logrado
tomar posesión. Comienza con la exhalación, no con la inhalación. Cuando
quieras absorber algo, empieza con la inhalación; cuando quieras deshacerte de
algo, comienza con la exhalación. Sólo mira la manera inmediata en que es
afectada la mente. Inmediatamente verás que ésta se ha movido a otro lugar; ha
llegado una nueva brisa. No te encuentras en la vieja rutina así que no
repetirás el viejo hábito. Esto sucede con todos los hábitos. Por ejemplo, si
fumas y sientes la necesidad de fumar pero no quieres, inmediatamente exhala
profundamente y expele la necesidad. Respira profundamente y verás que la
necesidad ha desaparecido de manera inmediata. Esta puede convertirse en una
herramienta sumamente importante para el cambio interno.
Osho – Tónico para el
alma
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