Mensaje diario
LECCIÓN 137
Cuando me cura no soy el único que se cura.
La idea de hoy sigue siendo el pensamiento central sobre el que
descansa la salvación. Pues la curación es lo opuesto a todas las ideas
del mundo que tienen que ver con la enfermedad y con los estados de
separación. Aislarse uno de los demás y rehusar la unión es lo que da
lugar a la enfermedad. Ésta se convierte en una puerta tras la cual se
encierra a un ser separado, y donde se le mantiene aislado y solo.
La enfermedad es aislamiento. Pues parece mantener a un ser separado del
resto, para que sufra lo que los otros no sienten. Le otorga al cuerpo
poder absoluto para hacer que la separación sea real y mantener a la
mente en solitario confinamiento, dividida en pedazos y sujeta por una
sólida muralla de carne enfermiza que no puede transcender.
El mundo
acata las leyes que la enfermedad apoya, pero la curación opera aparte
de ellas. Es imposible que alguien pueda curarse solo. En la enfermedad,
él no puede sino estar aparte y separado. Mas la curación es el
resultado de su decisión de ser uno solo nuevamente, y de aceptar su Ser
con todas Sus partes intactas e incólumes. En la enfermedad, su Ser
aparenta estar desmembrado y desprovisto de la unidad que le da vida.
Mas la curación se logra al él comprender que el cuerpo no tiene el
poder de atacar la universal unicidad del Hijo de Dios.
El propósito
de la enfermedad es demostrar que las mentiras son verdad. Mas la
curación demuestra que sólo la verdad es verdad. La separación que la
enfermedad pretende imponer en realidad jamás ha tenido lugar. Curar es
meramente aceptar lo que siempre ha sido la simple verdad, lo cual
seguirá siendo exactamente como siempre fue. No obstante, a los ojos
acostumbrados a las ilusiones se les debe mostrar que lo que contemplan
es falso. Así pues, la curación, que la verdad nunca necesitó, tiene que
demostrar que la enfermedad no es real.
La curación podría
considerarse, por lo tanto, como un anti-sueño que desplaza al sueño de
enfermedad en nombre de la verdad, pero no en la verdad en si. Así como
el perdón pasa por alto todos los pecados que nunca se cometieron, la
curación desvanece las ilusiones que jamás tuvieron lugar. Y así como el
mundo real emergerá para ocupar el lugar de lo que nunca sucedió
realmente, la curación ofrecerá restitución para los estados imaginarios
e ideas falsas que los sueños han ido tejiendo y convirtiendo en
cuadros de la verdad.
Mas no pienses que curar no es algo digno de
ser tu función aquí. Pues el anti-Cristo se vuelve más poderoso que el
Cristo para aquellos que sueñan que el mundo es real. El cuerpo parece
ser mas sólido y más estable que la mente. Y el amor se convierte en un
sueño, mientras que el miedo continúa siendo la única realidad que puede
verse, justificarse y entenderse plenamente.
Así como el perdón
desvanecerá con su luz todo pecado y el mundo real ocupará el lugar de
lo que has fabricado, asimismo la curación reemplazará las fantasías de
enfermedad con las que nublas la simple verdad. Cuando se haya visto
desaparecer la enfermedad, a pesar de todas las leyes que sostienen que
es real, todas las preguntas habrán quedado contestadas. Y entonces se
dejará de valorar y obedecer dichas leyes.
La curación es libertad.
pues demuestra que los sueños no prevalecerán contra la verdad. La
curación es algo que se comparte. y mediante este atributo demuestra que
las leyes que son diferentes de las que sostienen que la enfermedad es
inevitable son más poderosas que las leyes enfermizas que sostienen lo
contrario. La curación es fuerza. Pues con su tierna mano se supera la
debilidad, y las mentes que estaban amuralladas en un cuerpo quedan
liberadas para unirse a otras mentes, y así ser fuertes para siempre.
La curación, el perdón y el feliz intercambio del mundo del dolor por
uno en el que la tristeza no tiene cabida, son los medios por los que el
Espíritu Santo te exhorta a que lo sigas. Sus dulces lecciones te
enseñan cuán fácilmente puedes alcanzar la salvación y cuán poca
práctica necesitas para dejar que Sus leyes reemplacen a las que tú
promulgaste para mantenerte prisionero de la muerte. Su vida se vuelve
la tuya propia, al tú extender la poca ayuda que Él te pide para
liberarse de todo lo que jamás te causó dolor.
Y a medida que te
dejas curar, te das cuenta de que junto contigo se curan todos los que
te rodean, los que te vienen a la mente, aquellos que están en contacto
contigo y los que parecen no estarlo. Tal vez no los reconozcas a todos,
ni comprendas cuán grande es la ofrenda que le haces al mundo cuando
permites que la curación venga a ti. Mas nunca te curas solo. Legiones y
legiones de hermanos recibirán el regalo que tú recibes cuando te
curas.
Los que se han curado se convierten en los instrumentos de la
curación. Y no transcurre tiempo alguno entre el instante en que son
curados y aquél en que toda la gracia de curación les es dada para que
ellos a su vez la den. Lo que se opone a Dios no existe, y aquel que no
lo acepta en su mente se convierte en un refugio donde los que están
cansados pueden hallar descanso. Pues ahí es donde se otorga la verdad, y
ahí es donde todas las ilusiones se llevan ante la verdad.
¿No le
ofrecerías refugio a la Voluntad de Dios? Pues con ello sólo estarías
invitando a tu Ser a estar en su propia casa. ¿Y podría acaso rechazarse
semejante invitación? Pide que ocurra lo inevitable y jamás fracasarás.
La otra opción es pedir que lo que no puede ser, sea, y esto es algo
que jamás podrá tener lugar. Hoy pedimos que sólo la verdad ocupe
nuestras mentes; que los pensamientos de curación vayan en este día
desde lo que ya se ha curado a lo que todavía tiene que curarse,
conscientes de que ambas cosas ocurrirán al unísono.
Cuando el reloj
marque la hora, recordaremos que nuestra función es permitir que
nuestras mentes sean curadas, para que podamos llevar la curación al
mundo e intercambiar la maldición por bendiciones, el dolor por la
alegría y la separación por la paz de Dios. ¿No vale la pena, acaso, dar
un minuto de cada hora a cambio de semejante regalo? ¿Y no es un poco
de tiempo una ofrenda insignificante a cambio del regalo de lo que lo es
todo?
Mas debemos estar preparados para semejante regalo. De modo
que comenzaremos el día dedicando diez minutos a los pensamientos que
siguen a continuación, con los cuales también lo concluiremos por la
noche:
Cuando me curo no soy el único que se cura.
Y
quiero compartir mi curación con el mundo, a fin de que la enfermedad
pueda ser erradicado de la mente del único Hijo de Dios, Quien es mi
único Ser.
Permite que la curación se efectúe a través de ti hoy
mismo. y mientras reposas serenamente, prepárate a dar tal como recibes,
a conservar únicamente lo que das y a recibir la Palabra de Dios para
que ocupe el lugar de todos los pensamientos absurdos que jamás se
concibieron. Ahora nos unirnos para curar todo lo que antes estaba
enfermo y para ofrecer bendiciones allí donde antes reinaba el ataque.
No nos olvidaremos de esta función con el transcurrir de cada hora, sino
que recordaremos nuestro propósito con este pensamiento:
Cuando me curo no soy el único que se cura.
Y quiero bendecir a mis hermanos, pues me curaré junto con ellos, tal como ellos se curarán junto conmigo,
Un Curso De Milagros
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Yo Soy el Ángel de la Alabanza Celestial.
Coge mi mano… ven… arrodíllate junto a mí y deja que te guíe… que te
enseñe a prodigar loores a Nuestro Creador. Cierra los ojos y aspira
profundamente. Deja que mi luz impregne cada célula de tu ser.
Ahora observa con atención una ceremonia con ángeles ante un altar de
amor que resplandece con tonos dorados. Hay dos ángeles a cada lado del
altar que esparcen incienso… ¿Percibes su aroma?… Es sándalo celestial…
símbolos del poder de lo alto. Hay un coro angelical… ¿Escuchas su
música?… Porque los ángeles reunidos alaban a Dios. Se inclinan solemnes
y se entregan a Él.
Ahora, cariño mío, únete a esta corte
divina. Despliega amor, alegría, felicidad… porque tu vida es bella.
Dios está contigo. Alábalo de todas las formas que perciben tus
sentidos.
Alábalo en cada pensamiento, en cada sentimiento, en
cada palabra, en todas tus acciones, y ábrete a Sus bendiciones. Ahora,
aspira pausadamente… pensando en Nuestro Padre Celestial y ten
confianza… todo irá bien. Quédate conmigo hoy, todo el día. Los Ángeles
te hemos reservado sorpresas de amor……..
Agenda Angelical de Lucy Aspra
AUTOR LUCY ASPRA
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Afirmacion diaria
Mis pensamientos felices crean mi mundo feliz. Louise Hay
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