jueves, 22 de diciembre de 2011

Mensajes diarios

LECCIÓN 356

La enfermedad no es sino otro nombre para el pecado. La curación no es sino otro nombre para Dios. El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él.

Padre, prometiste que jamás dejarías de contestar cualquier petición que Tu Hijo pudiese hacerte. No importa dónde esté, cuál parezca ser su problema o en qué crea haberse convertido. Él es Tu Hijo, y Tú le contestarás. El milagro es un reflejo de Tu Amor, y, por lo tanto, es la contestación que él recibe. Tu Nombre reemplaza a todo pensamiento de pecado, y aquel que es inocente jamás puede sufrir dolor alguno. Tu Nombre es la respuesta que le das a Tu Hijo porque al invocar Tu Nombre él invoca el suyo propio.

Un Curso De Milagros
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“Tú Eres el Auténtico Espíritu de Navidad”
Quado

Hace dos mil años, un hombre transitó por la tierra que cambió todo lo que tocaba. Su espíritu era tal que transformaba a aquellos con quien hablaba, aquellos a los que tocaba con sus manos sanadoras. Y así, en el día de hoy, regresa por un momento a este espíritu, al sendero de regreso a los polvorientos caminos de Galilea.

Permítanse por un momento percibir el verdadero espíritu que estuvo presente por tan poco tiempo en la forma física, pero que les es accesible por completo a ustedes justo ahora.

Esta presencia espiritual está aquí para ustedes ahora si sólo le piden que venga hacia ustedes. Es amor y compasión. Es perdón. Es profundamente sanador para el corazón, la mente y el espíritu. Es un abrazo íntimo del ser, un llamado hacia la unidad, una conexión espiritual y profundidad que llega a través del tiempo y del espacio e incluye todo lo que transita por la tierra.

Mediten por un momento dentro de esta profunda quietud. Permitan que el amor los envuelva a su alrededor y luego estén en su interior sosegadamente, en la Noche Silenciosa del alma, descansando en paz y unidad, compasión, perdón y amor incondicional.

Liberen cualquier cosa que no sea amor y perdón, libérenlo desde su corazón y desde su mente. Todo lo que no sea luz y amor, permitan que se desprenda de ustedes.

Permitan que este espíritu apacigüe su mente preocupada, calme su corazón, aquiete las voces de duda y temor. Permitan que les de alivio y los sostenga, los calme y los abrace. Y luego, permitan que los eleve hacia la grandeza que son ustedes, una luz brillando, resplandeciendo hacia fuera hacia el mundo como una estrella, una estrella brillando lo suficiente para mostrarles el sendero.

Ustedes son el sendero. Ustedes…. Porque tienen este mismo espíritu en su interior; ustedes son uno con él por completo. Ustedes portan en su interior, justo ahora, todo el amor, el cuidado, la compasión y el perdón; la profunda paz duradera. Ustedes nacen de nuevo a cada momento con estos regalos. Ustedes son la estrella que brilla. Ustedes son la luz del mundo. Ustedes son el amor infinito y los brazos abiertos extendidos hacia la humanidad.

Ustedes, justo ahora, con su corazón abierto, uniéndose al gran latido del corazón del universo, son el auténtico espíritu de la Navidad ….

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Todos mis amigos y amigas fueron en un tiempo desconocidos para mí. Así pues, doy la bienvenida a todas las personas que se incorporan hoy a mi vida. Louise Hay

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